Es un vino muy especial de características únicas en que se ha obtenido, un vino de sabor mineral en e aire y su sabor en boca.
La acidez del vino es marcada pero balanceada, huele a miel, frutas blancas, peras y piñas. Y tiene un cuerpo potente

El viñedo, claro, es su chiche. Consta apenas de una hectárea y media, plantada en 2001 sólo con chardonnay, en la cara sur-oeste de un pequeño cerro. Una ladera, sobre la cual pasó el deshielo de un gran glaciar hace miles de años, con su propia historia sagrada.

Se han obtenido siete cosechas. Probamos la primera cosecha 2005, de ella sólo hicieron 1.000 botellas. Hoy el vino da muestras de oxidación en nariz, pero en boca es de una acidez, plena, rica, y con un sutil amargor al final de boca; invita a pedir un poco más de sol y más madurez. En 2006 el sol se extrañó mucho más; el azúcar y por lo tanto el grado de alcohol no dio más que para hacer un seudo vino y por eso lo llamaron Light. Este Light es eso, un vino muy ligero, con apenas 9º de alcohol, con una fuerte acidez, todo lo opuesto a lo que uno puede pedir a un goloso chardonnay, pero muy por el camino de lo que es un vino base chardonnay en la Bretaña. Para acompañar ostras, es ideal.

Alto Las Gredas Gran Reserva 2008 es el que se debe tomar como el serio nuevo chardonnay más austral de Chile. Tiene una nariz limpia, fresca, con notas a piña y mandarina y un dejo a mantequilla fresca, en boca es agudo, por su acidez filosa, sin perder peso. Un blanco muy multifacético, para mariscos a la plancha, con limón o jugar al contraste junto con crema y parmesano; un chardonnay distinto, de aquellos que tanto anhelamos tener más arriba, en el Valle Central, pero que sus días de verano bien soleados no tienen cómo entregarnos.

La cosecha 2009 obtuvo medalla de plata en el "Concours de Bruxelles Chile 2010" y mejor Chardonnay de Chile con 94 puntos en Descorchados de Patricio Tapia.

El Chardonnay Alto Las gredas logró un sitial entre los vinos chilenos.